Sabemos que el divorcio de los padres transforma completamente la vida de los hijos, y esta transformación se produce con un gran dolor, puesto que se pierden la intimidad cotidiana con uno de sus padres, se altera su orden familiar y se sienten básicamente abandonados.
El impacto que esta situación deje en los hijos pueden ser muy diferentes, según el sexo y la edad que tengan los hijos.También existen elementos en común, que se pueden mencionar que la experiencia del divorcio agrega elementos a la identidad,y modifican el entorno.
Los hijos de padres divorciados comparten actitudes, sentimientos e ilusiones, y se consideran miembros de un grupo humano especial. El hecho de ser hijos de padres divorciados les otorga una identidad fija, que los define y que afecta profundamente sus relaciones presentes y futuras.
Se pueden dar efectos a largo plazo, cambios producidos en sus actitudes y en su autoimagen. La crisis del divorcio determina la cosmovisión de los hijos que crecen en ella, respecto a sus relaciones y expectativas.
La aceptación depende del tipo de arreglos interpersonales que se hayan desarrollado dentro del sistema familiar y con el contexto social.
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